El poder de la comunicación como herramienta de cambio

Cada vez que salgo de mi cueva (mi casa, mi mundo cotidiano) y viajo -bastante seguido- recuerdo lo maravilloso que es el mundo, la increíble suerte que tenemos de ser humanos y el inmenso desafío que tenemos por delante.

Sentada en mi vuelo de regreso de México, sonrío mirando las ondulaciones que rodean al país, y no paro de pensar cómo podemos sortear y superar el inmenso problema en el que nos hemos metido: cambio climático, problemas políticos y geo-políticos, desigualdades acuciantes, un futuro con millones de personas sin las habilidades necesarias para ganarse la vida. 

Y, como tengo un sentido de rebeldía y responsabilidad importantes, me pregunto a mí misma cómo puedo poner mi talento al servicio de un mayor impacto positivo en este mundo que nos necesita.

Ya sé. Soy idealista. Por ello, soy responsable del cambio, porque los "realistas" jamás producen el cambio; más bien, se atienen a lo que hay. Not me!

¿Vivo en una burbuja?

Hace años tenía un colaborador que me decía que vivía en una burbuja. Cierto y no.

Todos podemos ver el vaso lleno o vacío. Podemos elegir vivir en un mundo horrible, o en un mundo increíble. Rodearnos de gente que construye o gente que destruye. La elección es tuya.

Pero con una carrera de marketing, creé mi propio algoritmo sin querer. Mi burbuja. El buen marketing es aquel que atrae a los clientes que uno quiere y puede servir mejor. Lo compruebo cada día al darme cuenta lo feliz que soy en mi propio algoritmo en el que trabajo con clientes que son perfectos para mi. Líderes innovadores, que crean el futuro, mujeres con los valores que este mundo necesita, que me inspiran y motivan a dar lo mejor de mí para sacar lo mejor de ellas y ellos.

Una revelación en Las Pirámides de Teotihuacán

Mi viaje a México me hizo recordar lo mucho que necesitamos salir de nuestra "cueva" para ver con claridad lo que el mundo necesita.

Hace apenas unos días, de pie frente a las pirámides de Teotihuacán, me pregunté qué quedaría de nuestra civilización en cien años. ¿Seremos recordados como la generación que permitió que el mundo se dividiera y colapsara, o como la que finalmente despertó y tomó acción?

La comunicación: nuestra herramienta más poderosa

Si estás preocupada por el camino que está tomando el mundo, quiero que seamos conscientes de por qué el mundo está como está. Para mí, hay un conjunto de cosas que se han unido:

• Mandatarios y políticos cuyo único interés es dominar al mundo
• Narrativa (comunicación) manipuladora total que se aprovecha de las redes sociales
• Población mundial cada vez más pobre y menos educada, que no discierne entre un cualquiera en TicToc o en Youtube, que puede inventar noticias doblando el audio de cualquier autoridad, en lugar de creer en el periodismo de investigación
• Falta de valores, en los que la narrativa del "dinero" parece que es lo único que manda, incluido en Estados Unidos, el país más rico del mundo, donde han seducido a las masas con el argumento de la inflación -país que la tiene controlada, con pleno empleo y del que The Economist dice "La economía Americana: la envidia del mundo".

En definitiva, la comunicación ha sido y seguirá siendo un arma muy poderosa. Poder que hoy se vuelve exponencial cuando se apoya en las redes sociales que amplifican las voces y los algoritmos que nos encierran en cámaras de eco.

Si te preocupa tu carrera y lo que está pasando, desarrollar tu capacidad de comunicar efectivamente no es un lujo - es una necesidad imperiosa.

La comunicación ha sido utilizada como una herramienta para crecer profesionalmente, un arma para dividir, para sembrar miedo, para crear "otros". Pero también es nuestra herramienta más poderosa para unir, para inspirar, para transformar y, por supuesto, para liderar.

El poder de encontrar nuestra voz

Lo que más me impactó de mi viaje no fueron las maravillas arqueológicas, sino las transformaciones que presencié en las prácticas que hicimos del programa Mujeres Que Tienen Algo Que Decir. Es fascinante, ver cómo mujeres brillantes, capaces, con ideas innovadoras, que al principio hablan en voz baja, dudan de sus palabras, se disculpan antes de expresar una opinión. Y entonces sucede la magia del entrenamiento: sesión tras sesión, sus voces se elevan, sus posturas se yerguen, sus ideas fluyen con la fuerza de una cascada y su storytelling, engancha y persuade.

Cuando una mujer aprende a comunicar con poder, no solo se transforma ella - transforma su entorno. Sus hijos aprenden nuevos modelos de liderazgo. Sus equipos de trabajo encuentran nuevas formas de colaborar. Sus comunidades descubren nuevas posibilidades de diálogo.

Más allá de la equidad: es hora de liderar

Durante años hemos hablado de equidad, de romper techos de cristal, de ganar espacios. Pero hoy, frente a desafíos globales sin precedentes, necesitamos ir más allá. No podemos esperar a que nos den permiso para liderar - el mundo está ardiendo mientras esperamos turnos que nunca llegan.

Y, cuidado. No quiero que pienses que te estoy hablando de ser Presidente de un país. No. Comunicar y persuadir es fundamental en el seno familiar, entre nuestros amigos y, por supuesto, en la empresa en la que estás. Acaso ¿no harías cambios en tu empresa? Estoy segura que sí! Y para lograr que esos cambios sucedan, no hay mejor herramienta que la comunicación. Es como clavar un clavo en una pared con un taladro o con un "martillito"… Si puedes aprender a usar el taladro, por qué usar un pequeño martillo que romperá el revestimiento y no logrará que el clavo quede firme?

La comunicación efectiva no es solo hablar bien en público - es la capacidad de articular visiones que unen, de construir puentes donde otros ven muros, de inspirar acción donde otros paralizan con miedo. Es la diferencia entre tener buenas ideas y lograr que esas ideas transformen realidades.

Finalmente, un llamado a la acción

Por eso hoy mi invitación es clara y urgente: desarrolla tu maestría en comunicación. No como una habilidad más en tu CV, sino como tu herramienta de transformación personal, profesional y social. Mientras las voces que dividen se amplifican, necesitamos voces que unan. Mientras los discursos de miedo dominan las redes, necesitamos narrativas de esperanza y acción.

No es casualidad que en momentos de crisis global, más mujeres estén asumiendo roles de liderazgo con éxito. Traemos en nuestro ADN la capacidad de crear puentes, de nutrir conexiones, de ver más allá de las diferencias superficiales. Cuando además desarrollamos la capacidad de comunicar con poder, nos volvemos imparables.

El mundo necesita urgentemente nuevas voces, nuevos liderazgos, nuevas formas de resolver conflictos y construir futuros.

¿Tienes algo que decir? Es hora de que aprendas a decirlo con todo tu poder. Ni tu carrera, ni el mundo pueden esperar más.

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¡Te Espero!